Cae la nieve y dos chicas, una de ellas mucho más nerviosa que la otra, entran en casa de la que suponemos que es la madre de la más tranquila. Probablemente la escena por las que todas pasamos alguna vez en nuestra vida.El día que conoces a los suegros, o el día que pasas la primera Navidad en casa de tu chica. Todo es nuevo, tienes miedo a lo que pueda pasar, a no estar a la altura, al rechazo…
Pasteloso, no podría ser de otra manera, pero necesario. Sin mediar palabra en todo el spot, se va entendiendo el amor de estas dos mujeres tanto por el espectador como por el resto de personajes.
Finalmente unas galletas de jengibre reafirman la relación; reafirmación sellada con un tierno abrazo por parte de la madre. Y es que, chicas, “el amor no necesita palabras” ni explicaciones.